Por: Samira Folleco

El 5 de septiembre, CIESPAL albergó el Primer Encuentro Nacional de ‘Ciudades Cómo Vamos’, una iniciativa de la Fundación Tandem conjuntamente con Quito Cómo Vamos, que celebró cinco años de trabajo en la capital ecuatoriana. El evento reunió a expertos de Colombia, Perú y Ecuador, incluyendo a representantes de Medellín, Bogotá y Lima, para debatir sobre la relevancia de contar con datos actualizados y confiables para formular políticas públicas que mejoren la calidad de vida urbana.

Durante la jornada, de 8:30 a 17:00, se discutió la necesidad de implementar un modelo de desarrollo sostenible y cómo una efectiva incidencia ciudadana es clave para fortalecer la participación y la transparencia en la gestión local. Quito Cómo Vamos, impulsada por la Fundación Tandem, ha estado trabajando durante cinco años en el seguimiento y evaluación de la calidad de vida en la ciudad, apoyada por la sociedad civil, la academia, los medios de comunicación y el sector privado. Su objetivo principal ha sido generar información técnica y confiable para permitir a los quiteños ejercer una ciudadanía activa y contribuir al desarrollo de un gobierno municipal eficiente y transparente.

Entre las herramientas que han ayudado al levantamiento de esta información, destacan la Encuesta de Percepción Ciudadana y el Informe de Calidad de Vida, que abarcan doce dimensiones clave como demografía, pobreza, vivienda, salud, educación, medio ambiente, movilidad, seguridad, participación ciudadana, cultura y entorno económico.

Y esto nos lleva a reflexionar sobre cuán cierta es la famosa frase «dato mata relato», que sugiere que los datos cuantificables son más convincentes que las vivencias de quienes atraviesan distintas realidades. Sin embargo, en contextos urbanos y comunidades marginadas, los relatos y experiencias vividas a menudo pesan más que las estadísticas. En lugares como Esmeraldas, esta complejidad se refleja claramente. Según datos del INEC (2021), la tasa de pobreza por ingresos en la provincia es del 52,9%, en comparación con el 28,8% a nivel nacional. Además, el 25,3% de los esmeraldeños vive en pobreza extrema, mientras que la tasa nacional es del 10,3%. Tener conocimiento de estos datos ¿en qué ha contribuido a la mejora de la calidad de vida de quienes habitan este territorio?

Aunque estas estadísticas ofrecen una visión general de las condiciones de vida, los datos por sí solos no siempre son suficientes para transformar estas realidades en políticas públicas efectivas. La brecha entre la recopilación de datos y la implementación de políticas tiende a ser sumamente grande. Iniciativas como las de Quito Cómo Vamos y espacios como el Primer Encuentro de ‘Ciudades Cómo Vamos’ son necesarios para construir una cultura de transparencia sobre lo que deben hacer nuestras autoridades locales y también para el fortalecimiento de la participación ciudadana, que es tan importante. Pero es vital reconocer que, si bien las estadísticas pueden señalar problemas, sin un entendimiento profundo de las experiencias individuales, es difícil diseñar soluciones adecuadas que ayuden a mitigarlos.

En un Estado que muestra indiferencia e indolencia hacia las necesidades ciudadanas, ni los datos ni los relatos jamás serán suficientes para generar cambios significativos. Por tanto, aunque los datos son esenciales para tomar decisiones informadas, y los relatos son fundamentales para comprender las necesidades del pueblo, es crucial también abordar la problemática falta de respuesta efectiva por parte del Estado.

Amandla Medio