Seguramente, al igual que yo, recuerdas momentos en los que ibas a casa de la abuela y veías un montón de recipientes de diferentes tamaños y colores llenos de plantas en el patio o en la terraza. Entre todas esas plantas, tal vez había alguna que te causaba curiosidad, y esa era la ruda, esa hierba que ella usaba cada vez que te dolía el cuerpo o cuando quería aliviar tus malestares. Estas memorias no solo nos conectan con el pasado, sino que también nos inspiran a cuidar de nuestra salud de maneras que honran nuestras raíces.

Esta hierba ha sido un recurso valioso en la memoria colectiva de las mujeres negras, sirviendo como herramienta para el cuidado de la salud física y espiritual. Conocida por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, se ha transmitido de generación en generación, integrándose en rituales y prácticas de sanación que trascienden el tiempo. En muchas comunidades del norte de Esmeraldas, su uso es una tradición arraigada que simboliza la conexión con nuestras raíces y el respeto por la naturaleza. Parroquias como Vélez, La Tola, El Guabo, Maldonado, Tonga, Timbiré y Chontaduro han integrado esta planta no solo como un recurso medicinal, sino también como un elemento crucial en la vida cotidiana y en la espiritualidad de sus habitantes.

¿Y si te estás preguntando cómo una simple planta puede ofrecer tanto bienestar? Déjame contarte que esta poderosa hierba es conocida por su capacidad para aliviar dolencias comunes, regular el ciclo menstrual y purificar el ambiente, lo que la convierte en un recurso fundamental en el cuidado personal.

Beneficios y Propiedades

La ruda no solo es conocida por sus usos tradicionales, sino que también cuenta con propiedades que la convierten en una opción popular en la medicina natural. Este recurso ofrece beneficios que incluyen la reducción de inflamaciones, alivio del dolor, alivio de picaduras, regulación del ciclo menstrual y su efecto cicatrizante, lo que quiere decir que ayuda a regenerar la piel. También es efectiva para aliviar el insomnio y la diarrea, ya que actúa como antiespamódico.

Además, su uso en baños y como incienso ayuda a limpiar el espacio, promoviendo una atmósfera de paz y bienestar.

¿Cómo utilizar la ruda?

La ruda puede ser utilizada de diversas maneras, cada una con un propósito especial:

Infusión de Ruda

Esta preparación es ideal para aliviar malestares, ya que combina propiedades antiinflamatorias y analgésicas.

Preparación: Hierve un puñado de hojas frescas o secas en agua durante 10 minutos. Cuela y bebe una taza 1-2 veces al día. Esta práctica es especialmente beneficiosa para aquellas que experimentan cólicos menstruales o dolores de cabeza.

Baño de Ruda

Este ritual es una excelente forma de purificar el cuerpo y el ambiente, promoviendo la relajación y elevando la espiritualidad.

Preparación: Hierve hojas de ruda en agua, cuela y añade al agua de tu baño. Puedes realizarlo una vez a la semana para potenciar su efecto.

Incienso y Ritual de Protección con Ruda

Encender incienso de ruda es una práctica ancestral que purifica el aire y aleja energías negativas, creando un ambiente propicio para la meditación y la reflexión.

Preparación: Coloca hojas secas de ruda sobre un carbón encendido en un incensario. Deja que el humo se disperse por el hogar. Además, puedes colocar un ramo de ruda cerca de la entrada de tu hogar o colgarlo en una puerta, actuando como un amuleto de protección.

Precauciones

La ruda es un recurso natural, pero se recomienda no exceder su uso, especialmente en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Consulta con un profesional de la salud antes de utilizarla de manera intensa o prolongada. Si no conocías esta planta, hoy te invito a descubrirla y a sanar desde nuestra ancestralidad.

Karen T. Sandoval