Así se ama y se siente más allá del género

Cada 24 de mayo se conmemora el Día de la Conciencia y Visibilidad Pansexual y Panromántica. Y sí, es más que necesario. Porque seguimos viviendo en un mundo que intenta forzar nuestras experiencias dentro de una caja binaria: hombre o mujer, gay o hetero, blanco o negro, normal o raro. Pero la vida real no es así de simple. El deseo, el amor y las emociones tampoco. 

Ser pansexual no significa que “te guste todo el mundo”, como dicen quienes no entienden. Significa que el género no es el filtro que determina a quién deseas o con quién te conectas.

Puedes sentir atracción sexual o emocional hacia personas de cualquier identidad de género: mujeres, hombres, personas no binarias, trans, género fluido, etc. Lo que importa es la persona, no la categoría.

Por otro lado, las personas panrománticas pueden enamorarse de alguien sin importar su género, pero sin que eso implique una atracción sexual.

Esto es clave especialmente en comunidades asexuales, aunque no es exclusivo de ellas. Lo importante aquí es entender que el amor no siempre va de la mano del deseo sexual, y que las relaciones también pueden construirse desde la conexión emocional, el afecto, la intimidad no sexual.

¿Y qué diferencia hay con la bisexualidad?

Mucha gente mezcla lo pansexual con lo bisexual, pero no son lo mismo. Te explicamos:  bisexual es alguien que se siente atraído emocional, afectiva o sexualmente por personas de su mismo sexo y del género opuesto. En cambio, lo pansexual va más allá: no le importa el género para nada. Lo que cuenta es la personalidad, el humor, los valores, cómo es la persona. 

Y tranqui, no es que una identidad de género sea más “inclusiva” o “mejor” que la otra, simplemente son formas distintas de sentir y amar.

Hablar de pansexualidad y panromanticismo no es “dividir más” como dicen algunxs, es visibilizar vidas que históricamente han sido invisibles. Y la visibilidad es el primer paso para el respeto, para el reconocimiento legal, para una salud sexual y emocional digna, y para dejar de sentir que unx está solx o fuera de lugar.

Samira Folleco