Mi abuela amaba los 13 de junio. Decía que eran días especiales, ideales para abrir caminos con el corazón en la memoria y los pies firmes hacia el porvenir. Cada año me recomendaba un pequeño ritual, una forma de hablarle a la vida con fe y esperanza. Porque el futuro es posible si lo tejemos con memoria y corazón: esa también es parte de la sanadora reparación de nuestro linaje.
Hoy te comparto tres ritualitos sencillos, pero poderosos, para hacer este viernes 13 —o cualquier día en que necesites reencontrarte con la energía de la abundancia, la protección y el equilibrio.
1. Ritual de la vela dorada para la prosperidad
El fuego tiene un efecto transformador. Si quieres atraer prosperidad, realiza este gesto simbólico:
- Coloca una vela amarilla o dorada en un lugar tranquilo.
- Junto a la vela, pon una moneda o un billete.
- Enciende la vela y, mientras arde, visualiza tus metas económicas como si ya fueran realidad.
Cuando la vela se consuma por completo, guarda la moneda en tu cartera como un amuleto de buena suerte. Este pequeño acto representa tu compromiso con la abundancia que deseas atraer.
2. Ritual del laurel para la protección
El laurel no solo sirve para cocinar: es una planta sagrada, utilizada desde tiempos antiguos como escudo energético. Para este ritual necesitas:
- Una hoja seca de laurel
- Un encendedor o una vela
Escribe en la hoja de laurel un deseo o intención positiva (por ejemplo: “Protección para mi familia” o “Éxito en mi nuevo camino”). Luego, quema la hoja con cuidado, dejando que el humo lleve tu deseo al universo. Este ritual también ayuda a cerrar ciclos y liberar bloqueos.
3. Un vaso con agua y una moneda bajo tu cama
Este ritual es tan sencillo como poderoso. Sirve para absorber la energía negativa acumulada durante el día y atraer buena suerte mientras duermes.
- Llena un vaso con agua limpia
- Añade una moneda de cualquier valor
- Colócalo debajo de tu cama antes de dormir
Al despertar, tira el agua por el desagüe y guarda la moneda como símbolo de protección y abundancia. Puedes repetir este ritual cada viernes 13 o siempre que sientas una bajada de energía.
Que estos pequeños actos, desde la azotea de nuestras abuelas y sus memorias, nos sigan recordando que estamos acompañadas. Que todo ritual es también una forma de resistir, sanar y crear futuro.