Durante el último censo, en nuestro país, Ecuador, 270.970 personas se identifican como parte de la población LGBTI+ en donde 110.519 personas mayores de 18 años se identifican como trans. De ese total, el 58% se identifica como transmasculino, el 40.1% como transfemenino y el 1,6% como no binario.

La situación actual de las personas Trans en cuanto al cumplimiento de derechos básicos en materia de educación, salud, empleo y acceso a justicia,  no es favorable. Si bien no existen estudios específicos que permitan evidenciar las múltiples problemáticas que enfrenta la población en el país, se han realizado investigaciones que muestran datos de un sector de este grupo. De acuerdo con el  ―Estudio sobre Condiciones de Vida, Inclusión Social y Cumplimiento de Derechos Humanos de la Población LGBTI en el Ecuador, realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos y el Consejo Nacional para la Igualdad de Género en el año 2014, del total de la población Trans encuestada para este estudio, el 95.4% manifestó que ha vivido alguna experiencia de discriminación, exclusión y/o violencia en diferentes ámbitos.

En el mundo, las vidas de las personas trans puede cobrar varias dimensiones e impactos que hacen que la tan anhelada visibilidad quede a un lado. Su esperanza de vida oscila entre los treinta cinco años de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Por eso, cada veinte de noviembre se conmemora el día Internacional de la Visibilidad de las personas Trans, no binarias y de género no conformes. Una iniciativa que nace por parte de activistas para el reconocimiento y sobre todo para celebrar sus vidas así como reivindicar sus existencias, corporalidades y derechos.

Este es un día para generar conciencia y reflexionar sobre las condiciones de vida, lo que deben soportar a diario e incontables situaciones de vulneración, violencia, estigmatización, discriminación y en el peor de los casos, crímenes de odio a causa de su identidad de género.

Hablar de visibilidad es promover la inclusión, aceptación y el que la sociedad vaya conociendo más de aquello de lo que muy poco se habla pero que existe. Cuando se habla de la comunidad trans, cuando se destacan sus experiencias y desafíos, se fomenta un ambiente respetuoso y comprensivo, así se promueve el conocimiento hacia lo diferente.

La mayor parte de los Derechos alcanzados, los logros, avances por un mejor vivir para la comunidad Lgbti+ han sido gracias a esta comunidad y la historia es clara, puesto que, en las revueltas, manifestaciones y disturbios, la comunidad trans, son quienes han estado al frente para poner el “pecho a la bala” como coloquialmente se dice, sin embargo, son quienes más sufren todo tipo de violencia. Finalmente, es muy importante continuar hablando e ilustrando al mundo sobre la población lgbti+  y más aún si es sobre la comunidad trans, ya que esto es un respaldo que permite fomentar el respeto, y hay que seguir apostándole a una sociedad que si discrimina es por el fruto del desconocimiento.

Amandla Medio