Por: Krystal González

Sabías que cada 22 de abril se celebra el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Esta fecha nos invita a mirar con atención una realidad urgente: la necesidad de que más niñas y adolescentes tengamos acceso real, motivación y formación en el mundo digital. Porque una infancia sin violencia también implica crecer con oportunidades, sin barreras ni estereotipos que limitan nuestros sueños. 

La participación de las niñas en las TIC no solo es una cuestión de igualdad, sino también del desarrollo tecnológico al tener rostros diversos, voces distintas y experiencias reales. Las niñas afrodescendientes, rurales y de territorios como Esmeraldas, tienen mucho que aportar si se les brinda el acompañamiento necesario, desde una mirada que respeta sus derechos y su contexto.

Según la ONU, para 2050, el 75% de los trabajos estarán relacionados con las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Sin embargo, hoy las mujeres ocupamos apenas el 22% de los puestos en inteligencia artificial, y 9 de cada 10 niñas siguen asociando la ingeniería con habilidades masculinas. Esto refleja no sólo una brecha de género, sino una violencia simbólica que excluye y silencia capacidades.

En Ecuador, de acuerdo con cifras del INEC, solo el 19% de los profesionales en tecnologías de la información son mujeres. y todo comienza en la infancia, cuando muchas niñas no tenemos acceso, referentes ni espacios que nos permitan descubrir nuestro talento en la tecnología. El mensaje muchas veces es que “eso no es para ellas”. Pero la realidad es otra: las niñas tenemos el talento, la curiosidad y la creatividad que el mundo digital necesita.

Recomendaciones para un ecosistema donde las niñas podamos explotar. Garantizar espacios seguros, inclusivos y libres de violencia para que las niñas se conecten con la tecnología y la comunicación es también una forma de protección. Una niña que programa, que investiga, que comunica y sueña con crear una aplicación o resolver un problema social con tecnología, es una niña que se empodera, que se cuida y que construye autonomía. 

Hoy celebramos a todas las niñas que se atreven a imaginar un futuro tecnológico y comunicacional, aún cuando el entorno no siempre se los facilita. Celebramos su valentía, su fuerza y su visión.

Y hacemos un llamado urgente a las familias, escuelas, instituciones y comunidades a conectarse con este compromiso. Porque cuando una niña se conecta con la tecnología, también se conecta con su poder. Y cuando eso pasa… el mundo cambia .

Amandla Medio