El 26 y 27 de abril, Planned Parenthood Global reunió en Quito a 25 jóvenes de diversas organizaciones sociales de todo el país, todxs unidos por una causa común: defender los derechos sexuales y reproductivos en un momento crítico, donde el conservadurismo y la ultraderecha parecen avanzar sin freno.

 Este encuentro, cargado de urgencia, se convirtió en un espacio para compartir, aprender y, sobre todo, fortalecer una lucha que no entiende de silencios.

Durante el primer día, el grupo recibió herramientas para comunicar de manera más empática sobre el aborto, entendiendo que no se trata solo de un tema legal, sino de vidas, de decisiones profundamente humanas que deben ser respetadas. 

En este espacio, se intercambiaron experiencias y conocimientos, donde cada historia aportó una perspectiva única sobre lo que significa defender el derecho a decidir. Se trabajó en propuestas sencillas, pero potentes, para transformar la narrativa en torno a los derechos sexuales y reproductivos, siempre con el objetivo de tocar conciencias y desafiar prejuicios.

El segundo día se dedicó al autocuidado, un tema fundamental para quienes, día tras día, resisten a un sistema que constantemente niega lo esencial: el derecho a decidir y cuidar nuestros cuerpos. Fue un espacio de reflexión, donde las juventudes compartieron no solo los desafíos que enfrentan, sino también las fuentes de fortaleza que siguen impulsando su lucha. 

Se profundizó también en la historia del aborto, su marco jurídico y constitucional, y los procesos de desmedicalización y desinstitucionalización que siguen siendo una necesidad urgente. En este contexto, se entendió que la defensa del aborto legal, seguro y gratuito no es solo una causa de quienes ya luchan por ella, sino de toda la sociedad.

Lo más significativo de este encuentro fue ver cómo las juventudes no solo compartieron sus conocimientos y experiencias, sino que también cuestionaron, propusieron y reflexionaron profundamente sobre lo que significa tener control sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y nuestras vidas. En un país donde, a menudo, se nos intenta callar, estas voces no solo resisten, sino que se levantan con más fuerza. Porque el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, a vivir sin violencias y a ejercer nuestra autonomía sexual y reproductiva es algo que nunca nos deben arrebatar. Las juventudes siguen alzando sus voces en defensa de los derechos sexuales y reproductivos porque #EstoEsValiente.

Samira Folleco