En un momento en que el poder parece distante y desconectado de la realidad que vive el pueblo, las Asambleas Populares surgen como una iniciativa esencial para restablecer la relevancia de la participación activa de la comunidad en la toma de decisiones. Estos encuentros comunitarios permiten a personas de diversas localidades compartir sus experiencias y construir, de manera conjunta, alternativas a los problemas que les afectan.

La creciente desconfianza hacia las estructuras de poder en Ecuador ha llevado a muchas comunidades a sentirse invisibles y desatendidas. En este contexto, las Asambleas Populares brindaron a los habitantes de barrios y colectivos la oportunidad de abordar cuestiones críticas como la desigualdad, el racismo, la violencia de género y la seguridad. La relevancia de estas asambleas radica en que quienes sufren estas injusticias son los que mejor comprenden sus circunstancias y, por lo tanto, están en la posición más adecuada para formular propuestas efectivas.

Impulsada en conjunto por el Colectivo Mujeres de Asfalto, Fight Inequality Alliance y otras organizaciones, esta iniciativa evidenció la capacidad de la sociedad para generar propuestas valiosas y constructivas. Las asambleas se llevaron a cabo en fechas clave: la primera en Esmeraldas el 29 de septiembre de 2023, seguida de una en Quito el 5 de octubre y otra en Guayaquil el 20 de octubre. Para consolidar los resultados de estos encuentros, se realizó un evento central en formato de Tribunal Popular, donde se presentó un documento ante representantes del Estado ecuatoriano. Este evento reunió a alrededor de 500 personas, incluyendo representantes de colectivos, organizaciones sociales, activistas comunitarios y grupos de acción social de la Costa, Sierra y Oriente del Ecuador.

A través de esta movilización, Mujeres de Asfalto promovió cambios estructurales en la economía y se comprometió a combatir la desigualdad, trazando un camino hacia un sistema más equitativo. El encuentro nacional no fue simplemente un evento, sino una declaración colectiva de que el cambio no solo es necesario, sino posible.

La participación de personas de sectores populares subrayó el interés colectivo por la transformación y la búsqueda de soluciones desde la base. Como un claro ejemplo de democracia directa, las Asambleas Populares destacan que la implicación ciudadana es fundamental para construir un futuro más justo.